La profesora o el profesor inquietos por hacer una trabajo de aula acorde con el tipo de alumnado con el que cada año ejerce la profesión docente, siempre busca formas para ser más eficaz. Incluso en sede de tendencia tradicional, como se dice para separar al grupo que no está en la línea, ocurre No creo que haya ni un sólo profesor, ni una sóla profesora que no haya hecho cambios didácticos a lo largo de su profesión. El inmovilismo es tan difícil como el tropel en la innovación. Es el pensamiento el motor de los cambios. Un ejemplo que no admite contestación es el caso del profesorado de Infantil. Siempre los he admirado. ¡Qué forma de crear! Cómo consiguieron, para edades muy tempranas, potenciar la maduración de las habildades necesarias para un correcto aprendizaje escolar (prelectura, preescritura, ...). Cómo han trabajado en grupo, de forma colaborativa plena, donde sin plataformas, sin herramientas ni habilidades informáticas creaban ejercicios para los pequeños. Y es este profesorado tan inquieto quienes también están sustituyendo las tijeras, por el tratamiento de imágenes, la caligrafía por fuentes cuyos caracteres son de este nivel, las fichas hechas a mano, por la realizadas en el ordenador,... Y en sus "rincones", los ordenadores juegan un papel muy importante para el trabajo de clase.
Es lo mismo que le ocurre a un profesor o a una profesora de Primaria, de ESO o de Bachillerato. El pensamiento es esencial, el dominio de su materia,/área, (...), el grupo de escolares con los que hay que trabajar, ... Todo ello hace a los docentes que se afanen en el esfuerzo y las herramientas informáticas son tan importantes que, una vez iniciada su integración es difícil sustraerse a su enorme poder.
No todos hablamos el mismo lenguaje. Pero esto es igual en relación a quien sabe conducir y a quien nunca sacó el carnet. En los centros TIC, desde que empezaron, se ha tratado de medir matemáticamente cómo ha cambiado el trabajo con el alumnado. Aún hay muchos docentes que esperan dominar las habilidades informáticas antes de lanzarse a hacer una integración completa. Pero hemos ido viendo el progreso de forma global. No hay que medirlo de forma pormenorizada, esperando resultados y brillantes. No va a suceder. Si los ordenadores son una herramienta potente y útil, ella sóla se va imponiendo a pesar de quienes dicen y de quienes propagan que no trabajan con los ordenadores. No creo que haya muchos docentes que preparen sus exámenes con máquinas de escribir. Aún se ven casos de quienes hacen composiciones con recortes de papel, para presentar una hoja de documentación/estudio, ... porque quieren meter un imagen en un texto y no saben cómo hacerlo... Estas pequeñas cosas conforman un catálogo de necesidades a las que se puede dar respuesta en una organización de colaboración entre todos-. Por ejemplo, "me siento contigo porque te he visto que no sabes insertar una imagen en el diseño de una página que le vas a presentas a los escolares. Es muy fácil ...". Son muchos los pormenores que se dan en el espacio de los centros y es la observación en la cotidianeidad el mejor detector de las necesidades, fáciles de cubrir entre todos. ¡Cuántas veces se ha dicho que en los cursos los que más saben siguen aprendiendo y los que no saben se van sin haber aprendido! Las distancias se alargan, hay profesorado que abandona y que se va insatisfecho ... Y además se desconecta la formación de las especialidades, lo que hace un aprendizaje muy poco significativo porque las habilidades informáticas del que no sabe se quedaron en un nivel técnico que nada le dice y, por ende, negativo. Por tanto, ¿Qué podemos hacer? Desde los centros TICs. cabe preparar actividades, cabe ofrecer, al margen de que haya respuesta, materiales de ayuda para solventar las necesidades en la línea apuntada.
Tesaval. Asesora de CC.SS
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